jueves, 6 de octubre de 2016

Otredad

Otredad




Han pasado mas de 4 años que abri este blog. Y lo abandoné. Sigo pensando igual que antes. Sigo pensando que nuestras decisiones personales son las que determinan nuestro futuro. Podemos dejar nuestro futuro en manos ajenas o retenerlo en las nuestras. Me es dificil abrirme y escribir que siento, que pienso, que quiero.
Con 67 años ya no se si esta aventura es interesante, util, valedera.... Pero me embarcaré nuevamente.
Hay cosas que me escarban la mente y el alma. La sociedad..... y su exclusión. Pocos con muchos recursos y oportunidades, muchos sin recursos y sin oportunidades.
¿Para que venimos a este mundo?. ¿vale la pena acumular a costa de otros? ¿nosotros como sociedad reconocemos a esos muchos que tienen poco? ¿les damos un nombre? ¿le damos la oportunidad, los derechos, la justicia, el amor que necesitan? ¿O somos indiferentes, incluso los odiamos, queremos que desaparezcan?
En esta nueva etapa estoy incursionando en el arte abstracto, y el arte conceptual y deseo subir a este blog algunos cuadros que voy realizando y unos poemas que los acompañan.
Cuadro que puede verse se llama otredad. Y el poema que lo acompaña es el siguiente:


Otredad
No se ve, no está, no existe, no es.
No quiero que sea.
Su presencia real y existencial
me obligaría, emocional, y prácticamente.
Si fuese… su necesidad, su dolor, su angustia
permearía mi piel, mi mente colectiva, mi alma…
Y entonces cobraría existencia
Existencia tangible.
Sería un hombre, una mujer, un niño, una niña…
Tendría un nombre y podría reclamar su lugar
Por derecho, por justicia…
Sería parte de mi…. De mi sangre
Y entonces, ¿como podría ignorarlo?
No debo verlo, reconocerlo, debo tapiarlo
Y no escuchar su grito sin voz, no darle derechos, ni justicia, ni amor…
Pero su presencia se filtra por mis venas, y cada vez me cuesta mas ignorarlo.
YO, que existo desde la alborada de los tiempos.
YO, que no debo dar explicaciones a nadie,
YO, que hago y deshago la justicia
YO, la sociedad, no puedo ignorarlo.
Y me duelen las entrañas, porque es hijo de mis hijos
Y aunque no tiene nombre, lo conozco, puedo nombrarlo
Otro me reclama
Me reclama por su lugar, por sus derechos,
por la compasión, por sus anhelos…